lunes, 6 de julio de 2015
Tomar decisiones es poderoso. Si no sigues consejos, no aprendes. Las jovencitas que se aferran a un novio a pesar de lo que les digan, luego se arrepienten por haber construido una familia con problemas. Finalmente no lograron componer al novio, por el contrario, el novio las descompuso a ellas. Si eres de aquellos que se toma el tiempo de escoger lo que compra, le caes mal a quienes escogen a la carrera lo primero que encuentran, aunque no sea lo mejor. Por ejemplo, las mujeres compran zapatos en oferta aunque no les queden. Tengan cuidado de no escoger en oferta a la pareja, porque luego lo lamentarán. Aprende a escoger con cuidado y recuerda que lo que tienes ahora es lo que escogiste antes, y no hay marcha atrás. Bien o mal, ya escogiste a tu pareja. Ahora escoge bien y decide rescatar tu matrimonio para construir una familia feliz. Créele a Dios por un hogar restaurado, si te precipitaste a entrar en una relación, no cometas el mismo error ahora. Asume tu responsabilidad; junto a tu pareja, pide perdón al Señor por las malas decisiones y hagan el firme propósito de luchar unidos por rescatar su hogar. Sólo tienen una vida para compartirla, no la desperdicien.
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