La voluntad y la intención de Dios, al igual que Sus decisiones, son siempre perfectos . Está por demás, entonces, inquietarnos y preocupamos, por gusto, cuándo no recibimos una respuesta, del Soberano del universo, en el momento que deseamos... El Consolador -estoy totalmente seguro, y convencido, de esto- tienes razones, motivos, y argumentos, más que suficientes, para responder, a nuestras peticiones, cuando Él lo crea conveniente. La respuesta del Omnipotente, desde luego, siempre llegará en el momento correcto, preciso e indicado…; en el mejor de todos... Nuestras oraciones, peticiones, rogativas y acciones de gracia, que llegan, presurosas, hasta el corazón del Eterno, a manera de súplica, o de clamor, se convierten, por amor, y por gracia, en bendiciones increíbles, superabundantes y sobrenaturales, para cada uno de Sus hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario